LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM) CELEBRA SU PRIMER SIGLO
La más grande universidad de Latinoamérica y una de las mejores del mundo acaba de cumplir su primer centenario
Siempre me ha interesado el tema de las universidades. Con el perdón de los lectores, lo que voy a decir acaso suene a presunción: conozco algunas universidades de América Latina y la mayor parte de las universidades del Perú. La Universidad Federal de Brasil (Rio de Janeiro), la Universidad Nacional de Chile (Santiago), la Universidad de la Habana (Cuba), La Universidad Latina de Costa Rica (San José), son universidades a las que he tenido la suerte de conocer y a las que admiro por sus aportes a la ciencia y tecnología así como por sus contribuciones al desarrollo económico y social de sus países y de América Latina (y el Caribe). De ellas, por la UNAM (México) tengo una mayor admiración no sólo por su impresionante Ciudad Universitaria sino también por su trascendencia en el mundo en cuanto a las investigaciones científicas como productoras de la Ciencia, Tecnología e Innovación para el desarrollo de las sociedades y por ser una de las Universidades de América Latina que aparece (junto a las universidades de los países de Brasil, Argentina y Chile) en el ránking mundial de las mejores universidades del mundo y por tener a Mario Molina, Premio Nobel en Ciencias (Química), sin contar a Octavio Paz, Premio Nóbel de Literatura y a Alfonso García Robles Premio Nóbel de la Paz, célebres egresados de la UNAM.
En el Perú he tenido también la suerte de conocer a la mayor parte de las universidades, por las que, igualmente siento admiración. Con el perdón de otras universidades con igual o más méritos, me permito mencionar algunas de ellas: a San Marcos a la que creo conocer más por ser sanmarquino a mucha honra y orgullo, San Agustín de Arequipa, San Antonio Abad del Cuzco, San Cristóbal de Huamanga, Del Centro de Junín, Hermilio Baldizán de Huánuco, Universidad de Cajamarca, Universidad de Trujillo, Agraria de la Selva, etcétera.
La Universidad Autónoma de México (UNAM) es sencillamente extraordinario. Bástese hacer referencia sólo a algunos datos: “La UNAM tiene 314 mil alumnos, 35 mil académicos, tres mil 500 investigadores, 2 mil edificios, 139 bibliotecas, 56 mil computadoras conectadas en red, 18 museos, otros tantos recintos históricos, un canal de televisión y una estación de radio, una casa editora de miles de libros y de cientos de publicaciones periódicas, así como una Ciudad Universitaria que ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Más allá de los activos, en la institución se imparten 85 licenciaturas y operan 40 programas de posgrado, con 83 planes de estudio para maestría y doctorado, así como 34 programas de especialización con 189 orientaciones. Prácticamente no hay un ámbito del conocimiento universal en el que la máxima casa de estudios no tenga especialistas de primer nivel, desde los estudios medievales hasta la nanotecnología, pasando por las ciencias jurídicas, la odontología y la informática”. (Fuente: www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=51147). (En la siguiente foto: frontis principal de la Ciudad Universitaria, Patrimonio de la Humanidad - www.vivirmexico.com)
“La UNAM, además de ser una de las universidades con mayor reconocimiento académico en Iberoamérica es también una de las más grandes y bellas por la dedicación artística que se ha realizado al considerarla parte indisoluble del proyecto de nación. La construcción de su campus principal al sur de la Ciudad de México, conocido como Ciudad Universitaria (CU), fue llevada a cabo por varios de los mejores arquitectos de México del siglo XX por grandes artistas como Sequeiros, Francisco Eppens y Diego Rivera. En 2007, su campus central fue declarado como Patrimonio de la Huamanidad por la UNESCO. En 2009 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.” )http://www.radiomercosur.com/noticias/)
Como es inevitable, la UNAM tiene problemas al igual que cualquier otro universidad de América Latina en el caso, por ejemplo, del desempleo (o subempleo) profesional. Aunque no hay estadísticas –al menos no encuentro- se sabe que en México hay, como en todos los países latinos, notables niveles de desempleo profesional, entre ellos egresados de la UNAM. A propósito en un foro electrónico sobre los 100 años de la UNAM, un mexicano dice: "Necesitamos millones de mexicanos en las aulas universitarias". Socarronamente, otro mexicano le responde: “Tienes razón, el DF necesita muchos taxistas”. “¿Quieres que compare a la UNAM con universidades del tercer mundo? –dice otro participante del foro-. Pues NO, yo quiero que la UNAM se compare contra las mejores del mundo, no necesitamos más profesionistas que manejen taxis, necesitamos profesionistas que generen ciencia, que innoven, que creen empresas de alto valor agregado, ¿es mucho pedirle a la UNAM por recibir el 30% de todo el presupuesto en educación superior?”. OJO: Prestemos atención: Universidad que genere ciencia y tecnología así como nuevas empresas (formación de empresarios). Éste es el rol fundamental de las universidades. Si una universidad se limita a formar profesionales (y todavía mal, porque hay altos niveles de desempleo profesional) no es una universidad propiamente dicha. La universidad para ser tal y aparecer en el ránking de las mejores universidades del mundo tiene que tomar a la actividad de la Investigación Científica como la actividad fundamental y prioritaria capaz de generar ciencia, tecnología e innovación. (En la foto anterior, el Dr. José Narro Robles, Rector de la UNAM)
En las celebraciones del centenario de la UNAM, Mario Vargas Llosa fue condecorado con el otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa, junto al famoso filósofo de la filología Noam Chomsky, en una ceremonia central encabezada por el rector de la UNAM, Dr. José Narro Robles. A propósito, en la dirección electrónica http://www.radiomercosur.com/noticias/ se da cuenta de lo siguiente: MEXICO - La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que acaba de celebrar un siglo de existencia, ha otorgado el Doctorado Honoris Causa a nueve mexicanos y siete extranjeros. Entre las brillantes personalidades distinguidas, la UNAM premió al lingüista estadounidense Noam Chomsky y el escritor peruano Mario Vargas Llosa. En la solemne ceremonia dada en el Palacio de Minería de la capital mexicana, el rector de la UNAM, José Narro, reconoció “los aportes a la humanidad y en sus campos de trabajo” de las 16 figuras que recibieron el título honorífico.
A propósito de Mario Vargas Llosa, a quien profeso una admiración puesta de manifiesto público en varias ocasiones, ha puesto las cosas en su sitio aquí en el Perú, al dirigir hace poco una categórica Carta al presidente Alan García en relación a la pretensión política de otorgar condonaciones de penas a los corruptos y asesinos del régimen de Fujimori. Considerando importante el texto de la carta me permito reproducirla textualmente.
"París, 13 de setiembre de 2010
Excmo. Señor Dr. Alan García Pérez
Presidente del Perú
Lima
Señor Presidente:
Por la presente le hago llegar mi renuncia irrevocable a la Comisión Encargada del Lugar de la Memoria cuya Presidencia tuvo usted a bien confiarme y que acepté convencido de que su gobierno estaba decidido a continuar el perfeccionamiento de la democracia peruana tan dañada por los crímenes y robos de la dictadura de Fujimori y Montesinos.
La razón de mi renuncia es el reciente Decreto Legislativo 1097 que, a todas luces, constituye una amnistía apenas disfrazada para beneficiar a buen número de personas vinculadas a la dictadura y condenadas o procesadas por crímenes contra los derechos humanos -asesinatos, torturas y desapariciones-, entre ellos al propio exdictador y su brazo derecho. La medida ha indignado a todos los sectores democráticos del país y a la opinión pública internacional, como lo muestran los pronunciamientos del Relator de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Conferencia Episcopal, la Defensoría del Pueblo y representantes de numerosas organizaciones sociales y políticas, entre ellos algunos congresistas apristas. Coincido plenamente con estas protestas.
Hay, a mi juicio, una incompatibilidad esencial entre, por una parte, auspiciar la erección de un monumento en homenaje a las víctimas de la violencia que desencadenó el terrorismo de Sendero Luminoso a partir de 1980 y, de otra, abrir mediante una triquiñuela jurídica la puerta falsa de las cárceles a quienes, en el marco de esa funesta rebelión de fanáticos, cometieron también delitos horrendos y contribuyeron a sembrar de odio, sangre y sufrimiento a la sociedad peruana.
Ignoro qué presiones de los sectores militares que medraron con la dictadura y no se resignan a la democracia, o qué consideraciones de menuda política electoral lo han llevado a usted a amparar una iniciativa que sólo va a traer desprestigio a su gobierno y dar razón a quienes lo acusan de haber pactado en secreto una colaboración estrecha con los mismos fujimoristas que lo exiliaron y persiguieron durante ocho años. En todo caso, lo ocurrido es una verdadera desgracia que va a resucitar la división y el encono político en el país, precisamente en un periodo excepcionalmente benéfico para el desarrollo y durante un proceso electoral que debería servir más bien para reforzar nuestra legalidad y nuestras costumbres democráticas.
Pese a haber sido reñidos adversarios políticos en el pasado, en las últimas elecciones voté por usted y exhorté a los peruanos a hacer lo mismo para evitar al Perú una deriva extremista que nos hubiera empobrecido y desquiciado. Y he celebrado públicamente, en el Perú y en el extranjero, su saludable rectificación ideológica, en política económica sobre todo, que tan buenas consecuencias ha tenido para el progreso y la imagen del Perú en estos últimos años. Ojalá tenga usted el mismo valor para rectificar una vez más, abolir este innoble decreto y buscar aliados entre los peruanos dignos y democráticos que lo llevaron al poder con sus votos en vez de buscarlos entre los herederos de un régimen autoritario que sumió al Perú en el oprobio de la corrupción y el crimen y siguen conspirando para resucitar semejante abyección.
Lo saluda atentamente,
Mario Vargas Llosa"