Noam
Chomsky:
lingüista científico, político y filósofo
Por Dr. Nemesio
Espinoza Herrera
Noam Chomsky nació en EEUU en 1928. Actualmente tiene 84
años. Chomsky es a nivel mundial un destacado lingüista, científico, político y
filósofo. Como político Chomsky es hoy uno de los más importantes críticos del modelo
capitalista y de la política imperialista norteamericana. Como lingüista Chomsky
ha realizado explicaciones científicas acerca de las estructuras y principios fundamentales
del lenguaje. La lingüística es el estudio científico de la naturaleza del
lenguaje humano vinculado a la sociedad y al conocimiento.
A los 29 años presenta su Tesis
doctoral titulada Estructura lógica de la teoría
lingüística,
adquiriendo fama universal. Chomsky, sobre la base de sus investigaciones
científicas acerca del lenguaje, rompe con la creencia que el lenguaje se aprendía por asociación. En
contraposición, Chomsky plantea que en el cerebro humano hay un dispositivo
congénito, al que le llamó “el órgano del lenguaje", que posibilitaba aprender
y utilizar el lenguaje de forma casi instintiva. Bajo esta teoría un niño nace
con un conocimiento intuitivo, innato de la gramática elemental común a todas
las lenguas humanas. Así con pocas reglas gramaticales básicas, acompañado de
infinidad de términos, las personas pueden producir innumerables vocablos o
frases que anteriormente no se haya dicho. Por esta razón es que los niños
pueden aprender el lenguaje de manera fácil y rápida, sin que necesariamente
les enseñen.
El lenguaje es
un asunto muy enmarañado e influye de manera determinante en la vida humana,
especialmente en la mente humana. Por tal Razón es que Chomsky dedica su vida
al riguroso estudio científico de las complejidades del lenguaje, demostrando
que la inteligencia humana está basada en dispositivos cerebrales
especializados e innatos que le permite el conocimiento. Así Chomsky
revoluciona los conocimientos acerca del lenguaje y de los conceptos esenciales
de la gramática y de la mente humana.
El asunto de la
lingüística tiene importantes
repercusiones en el ámbito de las investigaciones científicas, vale decir en la
ciencia; por consiguiente la lingüística constituye uno de los fundamentos de
la Epistemología. Las extraordinarias variedades del lenguaje humano, en sus
aspectos de sus estructuras (arquitecturas), semánticas, etimologías, sintaxis,
teorías, etc. pueden complicar –y de hecho complican- las explicaciones
científicas y filosóficas acerca de los fenómenos y realidades. He ahí la
importancia de los aportes de Chomsky no sólo al conocimiento científico acerca
del lenguaje –especialmente del lenguaje científico- y de la inteligencia
humana sino también al avance de las investigaciones científicas en el mundo.
Chomsky como político
Noam Chomsky no solo destaca
en el mundo como lingüista científico sino destaca también, acaso con mayor
brío, por sus posiciones políticas en contra de las políticas hegemónicas e
imperialistas de Estados Unidos, en contra de Israel (país que es apoyado por
EEUU), en contra de las guerras para mantener el dominio mundial emprendidas
por Norteamérica. En algún momento Chomsky llamó a Estados Unidos y a Israel
como países terroristas. Acaso salta a la fama mundial como político por su
resuelta oposición contra la guerra de Estados Unidos a Vietnam y por condenar
a los políticos estadounidenses por sus afanes de dominación “global” en el
planeta a través de su ideología de la “globalización” en contra de los países
pobres del orbe.
El Noam Chomsky político
analiza y condena a los organismos tales como el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y el Banco Mundial a quienes les califica de organismos satélites de
Estados Unidos. Igualmente analiza y condena a los medios de comunicación que
con sus embustes encubren las pretensiones imperialistas de EEUU. Expresa sus
simpatías y militancias, al igual que Rusell, con el anarquismo (confluencia del socialismo y el liberalismo). Llama Deseducación a los modelos actuales de
educación, especialmente de los países subdesarrollados, que enseñan a no
pensar, a domesticar a las personas y mantener las condiciones de la miseria
humana.
Noam Chomsky en San Marcos
Por
Sandro Medina Tovar
"Latinoamérica no sería nuevamente
víctima del dominio"
Considerado el intelectual vivo más
importante del planeta, Noam Chomsky ofreció la noche del pasado 24 de octubre
de 2006, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la conferencia: “514
años después: la conquista tambalea”, organizada por la Unidad de Postgrado
(UPG) de la Facultad de Ciencias Sociales de esta casa de estudios.
Había leído que este hombre sabía demasiado. Pero cuando fue
consultado sobre el nacionalismo en el Perú, dio una respuesta recurrente: “La
mayoría de la gente que vive en mi país conoce poco al Perú. Hasta piensan que
está en el África. No hay interés por conocerlo. Si bien tienen referencia de
Brasil, por ejemplo, es principalmente por sus jugadores de fútbol y los
inmigrantes”.
Fue sincero. No quiso esbozar un corto o largo ensayo sobre algo
que poco o nada sabe. No quiso, en otras palabras, presumir. Pero su rostro
cambió al hablar de las lenguas nativas en esta región. “El quechua o el aymara
se seguirán hablando en algunas naciones y no morirán con el tiempo, pues se
mantendrán vivas...”.
Noam Chomsky, el intelectual vivo más importante del planeta,
según reportan los principales diarios y revistas del mundo, tiene 77 años de
edad y si bien es una autoridad en el campo de la lingüística, sus denuncias
sobre los atropellos e injusticias de los que responsabiliza principalmente a
su país de origen: Estados Unidos, le han dado una fama que quizás nunca buscó.
Y de eso y mucho más se refirió la noche del 24 de octubre en el
auditorio Ella Dunbar Temple, de la sede sanmarquina, lugar que estuvo
colmado de autoridades, docentes, políticos, estudiantes y demás personas
interesadas en escuchar su conferencia titulada “514 años después: la
conquista tambalea”.
Preámbulo
Momentos previos a su intervención, Chomsky parecía estar tranquilo, sereno. Pero no fue así. Él acababa de recibir la ingrata noticia de que su esposa se encontraba mal de salud, razón por la cual suspendió su gira por otros países en esta parte del continente. El hombre que sabía demasiado, también era humano.
Momentos previos a su intervención, Chomsky parecía estar tranquilo, sereno. Pero no fue así. Él acababa de recibir la ingrata noticia de que su esposa se encontraba mal de salud, razón por la cual suspendió su gira por otros países en esta parte del continente. El hombre que sabía demasiado, también era humano.
Aquella noche vestía unas zapatillas deportivas negras -como si
estuviera listo para jugar basket- un pantalón azul, un saco oscuro y una
camisa color beige. No lucía una corbata, pero sí irradiaba una humildad enorme
pocas veces vista.
Un día antes, el 23 de octubre, estuvo en la Pontificia
Universidad Católica del Perú, donde habló acerca de las “Exploraciones
biolingüísticas: diseño, desarrollo y evolución”. Pero aquí, en San
Marcos, vino para disertar sobre la historia, la política y la sociedad en
general. Fue presentado por el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Alejandro
Reyes Flores; y el director de la UPG, Julio Mejía Navarrete.
Su pensamiento
El tono de su voz no es estruendosa, pero sí su pensamiento y más
aún cuando critica con suma severidad al gobierno de los Estados Unidos
liderado por George Bush y sus afanes o proyectos de dominio sobre el mundo,
reflexionó.
Antes, Chomsky mencionó que el año de 1492 fue una etapa que
cambió el curso de la historia, pero para mal. Fue una época donde no hubo
descubrimiento alguno, sino más bien episodios salvajes contra los nativos de
esta tierra.
Tras repasar algunos hechos execrables y criticables del pasado,
este pensador universal también se refirió a los afanes de control de los
suministros de recursos energéticos por parte de los sectores capitalistas y la
defensa que ejercen las poblaciones indígenas.
Por esta y otra razones observó que en Latinoamérica soplan nuevos
y favorables vientos. “Es posible que Latinoamérica no sea una nueva víctima
del dominio, pues sus habitantes así ya no lo quieren y así lo vienen demostrando
países como Bolivia y Venezuela”. Del mismo modo, resaltó lo que hacen los
gobiernos de Brasil y Argentina respecto, por ejemplo, a su relación con el
Fondo Monetario Internacional.
Entonces, se podría decir que “514 años después: la conquista
tambalea”. Lo dijo el hombre que sabía demasiado y, sin duda, su presencia en
esta casa de estudios será recordada por mucho tiempo.