EL ESTAGIRITA: Un gran científico y
filósofo de la humanidad
Por: Dr. Nemesio Espinoza
Herrera
(Informe de lectura
presentado al Dr. Antonio Peña Cabrera, julio 2012)
El Estagirita es ARISTÓTELES. Aristóteles es conocido con el nombre
de El Estagirita porque nació
en Estagira (una ciudad de la antigua Grecia) y vivió 62 años entre los años
384 al 322 a.C. Aristóteles, alumno de PLATÓN, escribió una enorme cantidad de
documentos sobre una gran diversidad de temas (matemática, biología, física,
lógica, metafísica, epistemología, ética, la política, estética, astronomía,
etc.) que el Estagirita dominaba a la perfección. Era un genio extraordinario. La
humanidad conoce sólo algunos escritos tales como: Física, Metafísica, Ética y política, Sobre la filosofía, La lógica, La
estética, Retórica y poética, escritos sobre Botánica y Zoología.
El libro Física de
Estagirita
El libro Física de Aristóteles es un amplio
tratado acerca del estudio de la Naturaleza; es decir, de todo cuanto existe en
el Universo. El referido libro es el pensamiento científico y filosófico de
Aristóteles en el contexto de la Teoría
geocéntrica (inmovilidad de la Tierra por ser el centro del universo,
alrededor del cual gira los planetas incluido el astro Sol). Hoy ha quedado
superada esa teoría por la Teoría
heliocéntrica que sostiene exactamente contrario a la de Aristóteles.
La Física de Aristóteles tiene 8 libros y cada libro con sus
respectivo capítulos. En tales libros están contenidos los pensamientos de
Aristóteles acerca de los fundamentos de la física, acerca de la casualidad y
la suerte; acerca del lugar, del vacío, del tiempo y sobre el movimiento (y el
cambio; en buena cuenta tratado de la Dialéctica) que aborda en más de cuatro
de sus libros. El libro I trata de
los principios del devenir. El libro II
es un tratado sobre las 4 causas (causalidad). Los libros III, IV, V, VI constituyen estudios acerca de la mutación
(movimiento) y los conceptos a los que están relacionados: infinito, lugar,
tiempo, continuo. En el libro VII y en el libro
VIII continúa el tratado acerca del análisis del Movimiento.
El concepto de física de Aristóteles distinta al de Newton
Téngase en cuenta que la Física del Estagirita no es en el
sentido de la Física de Newton o de Galileo ni del sentido en que actualmente
denota el término física; sino más
bien es entendido como el estudio de todo cuanto existe en la Naturaleza, en el
Universo.
Pensamiento del Estagirita a la luz de la teoría geocéntrica y
del movimiento circular
Así mismo considero que se
debe tener en cuenta que los pensamientos de Aristóteles respecto a la
Naturaleza se expusieron hace ya más de dos milenios y que a la luz del avance
de los últimos conocimientos –especialmente a la luz de la teoría
Heliocéntrica, de la física y de la
gravitación universal de Newton; aunque rebatida por Einstein- muchos de los
planteamientos de Aristóteles resulten siendo discutibles y cuestionables;
pero, aún así la lectura de Física de
Aristóteles es uno de los más brillantes de la obra humana, que fue retomada
con bastante profundidad en la edad media y especialmente por los escolásticos
que propugnaban la compatibilidad razón-fe encabezado por Santo Tomás de
Aquino; y a partir de tales discusiones la humanidad no tiene otro filósofo de
la altura de Aristóteles para pensar HOY acerca de la Naturaleza. Con razón
hablan acerca del ocaso por siglos de la filosofía (occidental). (En la
ilustración, Platón y Aristóteles en el interior de La Academia fundada por el
primero).
Investigación científica y conocimiento según Aristóteles
En el Libro I de Física (en torno al método de la
Ciencia) Aristóteles inicia con un pensamiento célebre: “Puesto que en toda
investigación sobre cosas que tiene principios, causas o elementos, el saber y
la ciencia resultan del conocimiento de éstos, ya que sólo creemos conocer una
cosa cuando conocemos sus primeras causas y sus primeros principios e incluso
sus elementos. La vía natural consiste en ir desde lo que es más
cognoscible y más claro para nosotros
hacia lo que es más claro y más cognoscible por naturaleza”. Claramente
establecido que debemos partir de lo general, del todo a lo particular
(deducción), aunque establece que entre la inducción y la deducción no hay
disyuntivas sino dicotomías. “Por nuestra parte –dice Aristóteles- damos por
supuesto que las cosas que son por naturaleza, o todas o algunas, están en
movimiento; esto es claro por inducción”. La idea del falsacionismo –que
falsamente se le atribuye a Popper- fue también propuesto por el Estagirita.
“No estamos obligados a refutar toda doctrina adversa, sino sólo cuantas
concluyan falsamente de los principios de una demostración; en caso contrario
no”.
Igualmente se desarrolla la
idea del “todo y sus partes”, de que todo es sistema “toda cosa está mezclada
con toda cosa; todo proviene de todo”, que existe contrarios –que luchan entre
ellos- “todo viene de su contrario”, (ideas centrales de la dialéctica) y que
el todo se mueve; y el todo es infinito; es decir el infinito no es nada
(infinito y finito, son conceptos eminentemente cuantitativos). ¿El tiempo
tiene principio? Ésta es una pregunta ontológica.
Los 5 elementos del Universo
según Aristóteles
En el Libro II (acerca de la Naturaleza
–la física, las matemáticas, las causas, la suerte), Aristóteles manifiesta que
el universo está compuesto de 5 elementos: Tierra, fuego, aire, agua (y el
éter).
Así, Aristóteles
creía que la Tierra estaba formada por la combinación de cuatro elementos o
compuestos básicos: tierra, aire, agua y fuego. También está presente el
concepto de Éter, que no tiene peso, no es concreto; es vago, intangible,
sutil, etéreo. El éter, en la forma cómo entendemos hoy, es un compuesto
químico. También sostuvo que todos los cielos, y cada partícula de materia en
el universo, estaban formados a partir de otro elemento, el éter, que era el
quinto elemento, el cual se suponía que no tenía peso y era
"incorruptible". Al éter también se lo llamaba 'quintaesencia' - o
sea la "quinta sustancia".
Pone énfasis en la idea de
que la naturaleza se entiende en dos
sentidos: como forma y como materia. (Ideas primigenias del idealismo
–desarrollado por Platón- y del materialismo). El objeto de la filosofía es, al
fin y al cabo, explicar el por qué de las cosas, de los fenómenos; es decir
cuáles son las “causas primarias” que conduce a cuestionar la esencia de las cosas.
“Una cosa es o por sí o por
accidente”. Éste es el meollo de la discusión de suerte y casualidad. La suerte
y la casualidad ¿son dicotomías o disyuntivas? ¿La suerte tiene o no causa?,
aunque muchas cosas llega a ser por suerte y por casualidad. “Así, pues, -dice
Aristóteles- hay que examinar la casualidad y la suerte; ver qué cosas son.
Aunque una no es la otra; porque quiérase o no, sucederá. Aquí existe también
un problema lingüístico ¿suerte puede ser sinónimo de casualidad?; pero
Aristóteles dice: “La casualidad se diferencia de la suerte por ser una noción
más amplia. Porque todo cuanto se debe a la suerte se debe también a la
casualidad, pero no todo cuanto se debe a la casualidad se debe a la suerte”.
“afortunadas las piedras (¿piedras con suerte?) con que se hacían los altares
porque eran veneradas, mientras que sus compañeras eran pisadas”. “El caballo
vino por casualidad, cuando al venir se salvó, ya que no lo hizo con este
propósito”; siendo inevitable de manera inexorable.
El movimiento para el estagirita
Para Aristóteles y para las explicaciones acerca del movimiento, existían cuatro tipos de
elementos (agua, aire, tierra y fuego) que sufrían un “movimiento natural”.
De este modo, cada uno de ellos se dirigía hacia su "esencia": la
tierra hacia la tierra, el agua hacia el agua, el fuego.... La comprobación de
la teoría era sencilla de realizar: la tierra cae hacia abajo, se hunde incluso
en el agua hasta alcanzar al resto de la tierra; el fuego se escapa hacia
arriba; el aire se esparce sobre la superficie terrestre, etc. De esto dedujo
que cada uno de los elementos tiende a volver a su “lugar natural”.
Aristóteles también contemplaba otro tipo de
movimiento: el "violento". Éste era producido por
algo, no se daba naturalmente. Una piedra que cae, lo hace porque
tiende a volver a su naturaleza. Una piedra que sube (o es arrojada) tiene que
ser necesariamente empujada, “violentada”, contra su naturaleza. Dicho de otro
modo: los cuerpos no pueden salir espontáneamente de su reposo, todo movimiento
implica un motor (“todo lo que se mueve es movido por otro”,
principio central de la física aristotélica) y la acción del motor debe
prolongarse tanto como el movimiento mismo. Si se detiene la causa (el motor),
se detiene el efecto (el movimiento).
Estudio del lugar
según Aristóteles
El Libro IV trata sobre el estudio del lugar. El concepto de lugar (o espacio) tiene que ver con el
concepto aristotélico de movimiento (circular): “cada uno de los cuerpos, si
nada lo impide, es llevado hacia su lugar propio –cada cuerpo tiene su propio
lugar- unos hacia arriba y otros hacia abajo”. Aunque esto según la teoría de
la gravedad, sobre todo en el movimiento “hacia abajo” no es llevado por “algo”
sino por el concepto newtoniano de la gravedad. (En la ilustración, Platón y
Aristóteles aparecen dialogando).
Igualmente el lugar está
vinculado al vacío. Éste es ausencia
de cuerpo (“desprovisto de cuerpo”), aunque lugar no es cuerpo, necesariamente.
Si aceptamos que hay lugar, entonces aceptaremos que hay vacío. Todo esto
significa que los conceptos de lugar, espacio, vacío, cuerpo, están vinculados.
El lugar es tridimensional: longitud, anchura y profundidad. Respecto al vacío
podemos decir, apriorísticamente, que es inexistente; el vacío no existe,
porque un lugar nunca puede estar desprovisto de un elemento corpóreo o
incorpóreo (materia o forma); y el lugar adquiere su forma conforme su
contenido corpóreo o incorpóreo.
Apoyado por el concepto de
Zenón, Aristóteles sostiene que si todo tiene que estar en su lugar, entonces
el lugar tendrá que estar en otro, y así hasta el infinito; pero como el
infinito no existe, entonces no puede existir el lugar. Aquí precisa recordar
lo que siempre ha dicho en clases el Dr.
Peña: “la tierra está en el fuego, el fuego en el agua, el agua en el aire,
el aire en el éter (cielo) y en éter no hay nada ¿y, entonces, dónde está el
lugar? No está en ningún lugar ¿dónde está el todo?, en ningún lugar”. “El todo
no está en ningún lugar”, “No hay nada además del todo o el Universo, nada
fuera del todo … pues el cielo es quizás
el todo”. Es decir, el infinito no es nada. Es nada de nada. Lugar es lo que
contiene algo, lo que envuelve a algo. Es su límite. Como al todo no le
envuelve nada, entonces el todo no está en ningún lugar.
Respecto
al asunto del lugar Santo Tomás de
Aquino, en el libro Comentarios
de Santo Tomás de Aquino a la Física de Aristóteles dice:
“parece que el lugar es o materia, o forma o algún espacio entre los extremos
del continente” (del que contiene); por consiguiente el “lugar es el término
del cuerpo continente”. “El lugar no parece estar separado del término del
cuerpo contenido, y por lo tanto el lugar no parece diferir de la forma”.
Empero, “la forma no es el lugar, por dos razones: 1) No es verdad que haya
algo dentro de los extremos del cuerpo continente que cambia de lugar en lugar;
2) Si las dimensiones del espacio entre los extremos del cuerpo continente
fuera el lugar, se seguiría que el lugar cambia, pues es evidente que mudado
algún cuerpo continente fuera el lugar , se seguiría que el lugar cambia, pues
es evidente que mudado algún cuerpo, por ejemplo, un ánfora, cambia el espacio
que está en sus extremidades, ya que no está sino donde ella está. Y todo lo
que cambia de lugar, es incluido según su posición en las dimensiones del
espacio en el cual se cambia”.
A continuación presentamos
los argumentos de la interpretación de dos fuentes acerca del lugar. “Aristóteles formula así la
opinión común: -“Los entes existen en alguna parte –ya que lo que no existe no
está en ningún sitio, pues ¿dónde hay un capriciervo o una esfinge?” La
existencia del lugar se conoce claramente: primero, cuando se observa cómo o un
cuerpo es remplazado por otro. El agua, por ejemplo, por el aire; por
consiguiente, el lugar tiene que ser algo diverso a las cosas que ingresan y se
desplazan. Segundo, la traslación pone de presente que el lugar posee cierta
potencia: los cuerpos naturales (fuego, aire, agua, tierra) tienden a ocupar su
propio lugar, vuelven a él cuando se desplazan si no hay impedimento; por
ejemplo, el fuego va hacia arriba, la tierra hacia abajo. Con estos lugares
propios se determina que hay seis direcciones que son independientes del
observador: arriba, abajo, derecha, izquierda, atrás y adelante. Tercero, si el
vacío existe, algo que Aristóteles no admite, éste sería un lugar privado de
cuerpo. Cuarto, el lugar es algo independiente del cuerpo y los cuerpos
sensibles están en un lugar”. (Luz Cárdenas).
“En su primera aproximación
a la noción de lugar, Aristóteles se vale de la clasificación taxonómica por
género y especie. De este modo, si el lugar es un cuerpo, habría que situarlo
en el género de lo corpóreo, que consta de tres dimensiones: longitud, anchura
y profundidad, «con las que todo cuerpo
es limitado». Las dimensiones (diástêma) limitan un cuerpo sin ser un
cuerpo porque, sino, «habría dos cuerpos en el mismo lugar». El lugar posee
dimensiones (diástêma) y magnitud, pero no es cuerpo, lo que lo aproxima a las
entidades matemáticas, provistas de dimensionalidad sin llegar a ser corpóreas.
La aporía del lugar en este
momento está clara: ¿Qué podríamos, entonces, establecer que es el lugar?
Porque ni es elemento ni es posible que proceda de los elementos teniendo
semejante naturaleza, ni es de las cosas corpóreas ni de las incorpóreas. Y es
que tiene magnitud, mas no cuerpo; pero, por un lado, los elementos de las
cosas perceptibles son cuerpos y, por otro, de las cosas inteligibles no se
origina magnitud alguna. La investigación que seguirá Aristóteles acerca de la
noción de lugar tomará como guía el siguiente conjunto de alternativas: o bien
el lugar es la forma (morphé) o bien es la materia (hýle) o bien es el
intervalo (diástêma) que está entre (metaxù) los extremos (eschaton) o, por
último, los extremos si no hay ninguna extensión:«fuera de la magnitud del
cuerpo que llega a estar en el continente». (Revista Thémata, 2012).
Estudio del vacío
según el Estagirita
“Los que suponen la
existencia del vacío –dice el Estagirita- hablan de él como una suerte de lugar
o de recipiente, el cual piensan que está “lleno” cuando contiene la masa que
es capaz de recibir y “vacío” cuando está privado de ella”. Es de saber que
Aristóteles no admite la existencia del vacío: “El vacío no existe”. El mismo
Aristóteles refuta la existencia del vacío de quienes afirman que sí existe y
atribuyen su existencia al concepto de movimiento (el movimiento –dicen- es
porque hay vacío y como un cuerpo se predispone a ocupar un lugar se transfiere
a un vacío existente y, por eso, se mueve; es decir atribuyen la existencia del
movimiento a la existencia del vacío, lo cual es absurdo). “El vacío no puede
ser la causa del movimiento”. ¿Qué es, entonces el vacío según los defensores
de su existencia? Es el lugar en el que no hay nada (¿?).
“Después de lo dicho, es
evidente que no existe un vacío a menos que uno se empeñe en llamar “vacío” a
la causa del desplazamiento”.
Respecto
al asunto del vacío Santo Tomás de
Aquino, en el libro Comentarios
de Santo Tomás de Aquino a la Física de Aristóteles dice:
“Aristóteles dice primariamente que algunos antiguos filósofos, queriendo
mostrar que el vacío no existe, erraron al no argüir contra el argumento de quienes lo afirmaban.
Pues no mostraban que el vacío no
existe, sino que aducían razones propias para mostrar que lo lleno de aire no
está vacío. Para negar querían demostrar que el aire es algo, y como vacío es
aquello en lo cual no hay nada, se sigue que lo lleno de aire no es vacío. No
basta mostrar que el aire es algo, sino que es necesario demostrar que no hay
ningún espacio sin un cuerpo sensible”.
Estudio el tiempo
según Aristóteles
“Una parte del tiempo ha
acontecido y ya no es, otro está por venir y no es todavía”. En realidad el
tiempo es infinito, lo que pensamos que es ahora, ya no es ahora, ya fue; así,
al infinito. El tiempo es continuo por ser continuo el movimiento; el tiempo,
en esencia, es movimiento y cambio; vale decir, el tiempo es permanente y es
simultáneamente el mismo en todas partes.
En el asunto del tiempo hay
que discutir varios conceptos: movimiento, el ahora, el cambio, el número (cuantificación del tiempo; finalmente
el tiempo es el número de movimientos; cada segundo se mueve, se va y viene).
El tiempo, por naturaleza es generador y destructivo, a la vez. La vida en el
tiempo: nace, crece, envejece y muere.
“Puesto que el ahora es un
fin y un comienzo del tiempo, pero no del mismo tiempo, sino el fin del que ha
pasado y el comienzo del que ha de venir”.