NIETZSCHE
Un gran filósofo en el manicomio
Un gran filósofo en el manicomio
El gran filósofo alemán Friedrich Nietzsche murió joven, en el año 1900,
cuando tenía apenas 55 años. Nietzsche fue un extraordinario filósofo que, al
parecer, de tanto filosofar críticamente y muy de fondo, perdió la razón y
murió demente, loco; aunque loco había que estar para ser genio como él, porque
los “normales” no estamos a tales
alturas.
Nietzsche no era un filósofo cualquiera. No era un loco “común y
corriente”. Nietzsche era un loco absolutamente contestatario (rebelde) a la filosofía
occidental, a la filosofía “oficial”, al “modus vivendi”, a la sociedad “liberal”
decadente (sin valores y sumida en la oscuridad de la ignorancia), nihilista y
frustrada de su época. Nietzsche estaba conmovido por la soledad humana en el
planeta Tierra.
Veía de cómo ante tanta soledad, injusticias y oscurantismos, Dios estaba
ausente. Estaba ahí, en todo caso, pero no se inmutaba ante las aflicciones de
la humanidad. Entonces Nietzsche, perdido ya en razón, decidió hacer justicia
con sus propias manos: empuñó la daga (sus pensamientos plasmados en su genial
obra El anticristo) y
¡mató a Dios! “Dios ha muerto”!, sentenció Nietzsche. Dios sigue muerto y
nosotros lo hemos matado. En realidad Nietzsche quiso decir que Dios había
muerto porque los hombres (injustos, impíos y sus silentes cómplices) lo habían
matado y que en su ausencia la humanidad se desangraba. “¿Quién limpiará esta
sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos
sagrados deberíamos inventar? Gritaba airadamente Nietzsche. “¿Qué son estas
iglesias, sino tumbas y monumentos fúnebres de Dios?”.
¿Cómo, en una sociedad donde hay injusticias y sufrimientos humanos, podemos
decir que Dios existe? ¿Qué Dios permisivo e irresponsable tenemos entonces?
Pensar así y actuar en su contra era subversión, era –es- desertar del rebaño y
Nietzsche aceptó, a mucha honra, su posición trasgresor. Es que Nietzsche era humano, demasiado humano. Dios había
muerto y por eso la sociedad estaba descarriada, no había luz, no había
esperanza; por consiguiente debía buscarse una nueva forma de vivir en el
planeta, o acaso buscar a un nuevo dios.
Esta prédica de Nietzsche, como era de esperarse, espantó a la gente y sus
detractores calificaron como el más impío de los impíos y querían ver a
Nietzsche no sólo en el manicomio como loco, sino muerto y El Anticristo incinerado. Pero eso no le importaba a Nietzsche lo
que muchos pensaban acerca de él: “Para mis verdaderos lectores predestinados:
¿qué importa el resto? el resto es simplemente la humanidad, hay que ser
superior a la humanidad por fuerza, por altura de alma, por desprecio”.
Nietzsche escribió innumerables textos, muchos de ellos siendo publicados
como libros han tenido éxitos en el mundo. He aquí algunos de ellos: Humano, demasiado humano, un libro para
espíritus libres - Más allá del bien y
del mal, preludio a una filosofía del futuro - La genealogía
de la moral - El anticristo, maldición sobre le cristianismo - La gaya ciencia.
Lea sus textos en español en: http://www.nietzscheana.com.ar/
Dr. Nemesio Espinoza Herrera