domingo, 29 de diciembre de 2013

San Marcos: la década de las oportunidades perdidas

San Marcos: La década de las oportunidades perdidas
Por: Nemesio Espinoza Herrera
A inicios de la década del 90 y especialmente a fines de su primer lustro, San Marcos se encontraba sumida en un desorden académico, administrativo y político que necesita una pronta solución por parte de los mismos sanmarquinos. Que esto no sucediera precipitó la imposición política de los cambios a través de la Comisión Reorganizadora nombrada en mayo de 1995. Con la Comisión Reorganizadora, la Universidad de San Marcos tuvo otra gran oportunidad para ser convertida en una institución moderna y competitiva. Desafortunadamente, en casi seis años de un gobierno universitario impuesto en San Marcos no se ha resuelto –ni se podía resolver- sus problemas de fondo y están allí: incólumes. Quienes expresamos oportunamente nuestra disconformidad con un gobierno impuesto en la universidad, hemos hecho entrever que la intervención política en San Marcos resultaba infructuosa e innecesaria.
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la primera universidad del Perú y decana de América, que conmemora 450 años de vida institucional ininterrumpida, ingresa a este nuevo siglo y milenio con serias y graves dificultades de orden estructural. Precisa señalar tres problemas ejes de San Marcos: la calidad académica, las investigaciones científicas y la administración universitaria. Respecto a ellos tenemos serias preocupaciones porque persisten aún bajos niveles de calidad académica, existen aún muchas limitaciones en la ejecución de verdaderas investigaciones científicas y porque subsiste el evidente caos administrativo. Alrededor de estos tres problemas centrales giran otros traducidos en apremiantes necesidades tales como el financiamiento, desagravio a los docentes (pivote de la calidad académica y de las investigaciones científicas) respecto a sus inverosímiles remuneraciones y condiciones de trabajo, necesidad de nuevas estrategias educativas, vinculación con el sector productivo, infraestructuras, equipamientos, etcétera.
Transformar a San Marcos es una nueva universidad moderna y competitiva propia de los nuevos tiempos es un deber colectivo y una necesidad nacional. Hacerlo significa lograr gradualmente altos niveles de calidad académica, ejecutar genuinas investigaciones científicas y poner en práctica un nuevo modelo de gerencia universitaria; sólo así San Marcos estará en condiciones de competir con las grandes universidades peruanas y del mundo, logrando egresados en condiciones de empleabilidad, así como creando ciencia y tecnología. Hacerlo es el gran desafío para el próximo gobierno democrático de la universidad.

(Artículo publicado en el diario Expreso edición 06/05/01 y en el diario La República 24/05/01)